Escrito por Cuando hablamos de emprendimiento, la imagen que suele venir a la mente es la de un valiente empresario que deja su trabajo para perseguir una idea revolucionaria. Sin embargo, el emprendimiento no siempre implica abandonar tu empleo actual para fundar tu propia empresa. Existe una forma distinta y a menudo subestimada de emprender: hacerlo desde dentro de la empresa en la que ya trabajas.
Emprendimiento interno: Innovación desde tu puesto de trabajo
El concepto de «intrapreneurship» o intraemprendimiento se refiere a la práctica de aplicar el espíritu emprendedor dentro de una organización ya existente. Esto significa que puedes desarrollar nuevas ideas, proyectos o productos que beneficien a la empresa para la que trabajas.
Ser un emprendedor interno tiene varias ventajas:
1. Recursos y apoyo: Tienes acceso a recursos financieros, tecnológicos y humanos que probablemente no tendrías si emprendieras por tu cuenta.
2. Menos riesgo personal: No tienes que renunciar a la estabilidad de tu salario fijo mientras pruebas nuevas ideas.
3. Mentoría y networking: Puedes beneficiarte del conocimiento y la experiencia de colegas y superiores dentro de la organización.
Balancear seguridad y emprendimiento
Una de las mayores preocupaciones para quienes desean emprender es el riesgo asociado con dejar su empleo actual. Sin embargo, al emprender desde tu puesto de asalariado, puedes mitigar estos riesgos:
– Evaluar la viabilidad: Antes de comprometerte con una nueva idea, realiza estudios de mercado y pruebas piloto para evaluar su viabilidad sin necesidad de grandes inversiones.
– Gestión del tiempo: Aprende a gestionar tu tiempo para trabajar en tu proyecto emprendedor sin descuidar tus responsabilidades laborales. Esto puede implicar trabajar en tus ideas fuera del horario laboral o negociar tiempo específico con tus superiores.
Aspectos legales: Clausulas de exclusividad y propiedad intelectual
Es crucial tener en cuenta el aspecto legal antes de emprender dentro de una empresa. Muchas organizaciones tienen cláusulas de exclusividad y políticas sobre propiedad intelectual que podrían afectar tu capacidad para desarrollar nuevas ideas. Aquí te dejamos algunos pasos para navegar estos desafíos:
1. Revisar tu contrato: Lee detenidamente tu contrato de trabajo para entender las cláusulas de exclusividad y propiedad intelectual. Esto te ayudará a saber si necesitas permiso para trabajar en nuevos proyectos o si la empresa tiene derechos sobre tus ideas.
2. Consultar con Recursos Humanos: Si tienes dudas, habla con el departamento de Recursos Humanos o con un abogado laboral para clarificar cualquier restricción y evitar conflictos legales.
3. Transparencia: Mantén una comunicación abierta con tus superiores acerca de tus intenciones. La transparencia puede ayudarte a ganar su apoyo y colaboración.
Consejos prácticos
Para maximizar tus posibilidades de éxito como emprendedor asalariado, considera estos consejos:
– Identifica problemas: Busca problemas no resueltos dentro de tu organización y piensa en soluciones innovadoras.
– Desarrolla tus habilidades: Invierte en tu desarrollo personal y profesional. Cursos de innovación, gestión de proyectos y liderazgo pueden ser muy útiles.
– Construye una red de apoyo: Rodéate de colegas y mentores que puedan ofrecerte apoyo y retroalimentación constructiva.
Conclusión
Emprender no siempre significa dejarlo todo atrás para empezar desde cero. Como asalariado, tienes la oportunidad de innovar y crear desde dentro de tu organización, combinando la seguridad de tu empleo actual con la emoción de desarrollar nuevas ideas. Con una planificación cuidadosa, una gestión eficiente del tiempo y una comprensión clara de los aspectos legales, puedes convertirte en un emprendedor interno y contribuir significativamente al éxito de tu empresa mientras impulsas tu crecimiento personal y profesional.
